Celaya, Gto; La comunidad de San Juan de la Vega, en el municipio de Celaya, Guanajuato, es conocida por su peculiar y peligrosa tradición: la quema de petardos durante las festividades en honor a su santo patrono, San Juanito de los Barrios. Esta práctica, que data de hace más de tres siglos, atrae tanto a locales como a visitantes, y ha captado la atención de medios nacionales e internacionales debido a los riesgos que conlleva.
Cada año, principalmente en el Martes de Carnaval, los habitantes, en su mayoría hombres, se congregan en las orillas del pueblo para participar en una actividad singular: atan petardos de fabricación casera a martillos o mazos y los golpean contra superficies metálicas o piedras, provocando fuertes explosiones. Estos artefactos pirotécnicos se elaboran artesanalmente con una mezcla de azufre y clorato de potasio, lo que incrementa su peligrosidad.
La motivación detrás de esta práctica es, según los participantes, la fe y la devoción hacia San Juanito. Uno de los habitantes que ha participado durante más de una década comentó: “Es una manda que hacemos, es personal pero vale la pena, es a San Juan Bautista… cada año aquí estaremos mientras nos presten vida”.
Sin embargo, esta tradición no está exenta de incidentes. Hasta el mediodía de este martes, Protección Civil reportó la participación de 600 personas en el campo de quema y la asistencia de 1,500 espectadores. Se registraron 30 lesionados con heridas leves y una persona fue trasladada al centro de salud para una atención mayor. Salomón Ocampo Mendoza, Coordinador Operativo de Protección Civil y Bomberos, señaló que, en comparación con años anteriores, la asistencia ha disminuido y la situación es más tranquila. Sin embargo, enfatizó que el comportamiento de la gente depende del estado en el que se encuentren.
A pesar de que el Ayuntamiento no autorizó oficialmente la quema de petardos este año, las autoridades locales implementaron operativos de seguridad y supervisión para mitigar riesgos. Marco Antonio Villa Corral, director de Protección Civil y Bomberos de Celaya, mencionó que, aunque la quema no fue aprobada, se supervisaría para evitar que los participantes se salgan del área designada y para atender a los lesionados.
Además, para este 2025, la restricción en la venta de alcohol por el Carnaval de San Juan de la Vega se extendió a cuatro días y abarcó 15 comunidades del municipio, con el objetivo de prevenir incidentes relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
La tradición de los “martillos explosivos” en San Juan de la Vega es una manifestación cultural arraigada que refleja la devoción y el fervor de sus habitantes. No obstante, las autoridades y la comunidad enfrentan el desafío de preservar esta costumbre ancestral mientras se garantiza la seguridad de todos los participantes y asistentes.
